La IA nos va a dejar sin trabajo

¿Recuerdas la primera vez que una centralita te guio a través de un laberinto de opciones numéricas? Aquellas telefonistas de voz dulce, omnipresentes en oficinas y empresas, fueron las primeras en bailar al ritmo de la automatización. Una danza que, desde los años 60, ha transformado el mundo laboral, dejando algunos puestos en el baúl de los recuerdos.

Al principio, la interacción con las máquinas era torpe, incluso cómica. Frases pregrabadas, menús repetitivos y la frustrante sensación de hablar con una pared. Sin embargo, con el tiempo, la tecnología ha aprendido a bailar con gracia. La centralita, antaño odiada, se ha convertido en una herramienta útil que nos ahorra tiempo y esfuerzo.

Lo mismo ocurre con la traducción. En el pasado, viajar a un país con un idioma desconocido era una aventura casi temeraria. Los guías turísticos eran imprescindibles para sortear las barreras lingüísticas. Pero ahora, gracias a la magia del traductor simultáneo, podemos conversar con fluidez con personas de cualquier rincón del planeta. Por consiguiente, ¿cuántos guías han visto transformado su trabajo en la era digital?

Cada avance tecnológico genera incertidumbre

La inteligencia artificial, con su ritmo acelerado y sus infinitas posibilidades, no es una excepción. La profecía de que las máquinas nos arrebatarán el trabajo se repite como un mantra, alimentando el miedo al futuro desde la Era de la Industrialización.

Pero, ¿es esto realmente lo que nos espera? En este blog, nos proponemos reflexionar sobre la IA, explorando sus diferentes pasos y su impacto en el mundo laboral. Abordaremos las luces y sombras de esta tecnología, reflexionando sobre cómo podemos adaptarnos a su ritmo y convertirla en una aliada, no en una amenaza.

¿Va la Inteligencia Artificial a quitarte el trabajo?

La Inteligencia Artificial (IA) no es un recién llegado al mundo laboral. Desde hace años, trabaja en silencio, a gran escala, en sectores como la industria, la medicina o las finanzas. Sin embargo, algo ha cambiado: la IA ha bajado de las grandes empresas a las manos del usuario medio.

El Machine learning, la robótica, el procesamiento del lenguaje natural o la visión artificial son tecnologías que ya se utilizan para automatizar una amplia gama de tareas, como:

• Análisis de datos: puede analizar grandes cantidades de datos para identificar patrones y tendencias.
• Toma de decisiones: puede tomar decisiones automatizadas basadas en datos y algoritmos.
• Atención al cliente: puede responder a las preguntas de los clientes y ofrecer soporte técnico.
• Tareas administrativas: puede automatizar tareas como la entrada de datos, la gestión de documentos y la programación.

Trabajos en Riesgo

Aunque si hay trabajos en riesgo, que se ven afectados por estos avances en diferentes sectores. Lo vemos en la industria y su robotización (que ha afectado a trabajadores de ensamblaje, operadores de maquinaria, soldadores, etc.), el sector del Retail (donde cada vez vemos más cajas donde puedes cobrarte a ti mismo) o en el sector de la Administración (donde no son tan necesarios los administrativos y contables).

Beneficios de la automatización

Pese a que la automatización y la IA pueden generar incertidumbre en el ámbito laboral, no podemos negar que también ha ofrecido una serie de beneficios como:

• Aumento de la productividad: La IA puede realizar tareas de forma más rápida y eficiente que los humanos.
• Reducción de costes: La automatización puede reducir los costes laborales y operativos.
• Mejora de la calidad: La IA puede mejorar la calidad del producto o servicio al reducir los errores humanos.
• Mayor seguridad: La IA puede eliminar los riesgos de seguridad asociados a las tareas peligrosas o repetitivas.

Pongamos de ejemplo a la banca, que ha apostado por utilizar la IA frente al fraude consiguiendo reducir el porcentaje de incidencia de forma considerable de una forma “sencilla”. La IA busca patrones en las transacciones que pueden levantar sospechas de forma automática.

Impacto de la IA en el mercado laboral

Es importante recordar que la historia nos ha demostrado que la creación de nuevas tecnologías siempre ha ido acompañada de la creación de nuevos empleos.

Por eso la clave está en la planificación y la formación. Es necesario que los gobiernos, las empresas y los trabajadores se adapten a los nuevos tiempos y se preparen para las nuevas oportunidades que surgirán. La IA no va a hacernos una página web por arte de magia, ni va a reemplazar el análisis y la creatividad humana.

Así que las habilidades y la experiencia de las personas seguirán siendo fundamentales en el mercado laboral del futuro y las más demandadas serán:

• Pensamiento crítico y resolución de problemas: La capacidad de analizar información compleja y tomar decisiones creativas.
• Creatividad e innovación: La habilidad de generar ideas nuevas y originales.
• Comunicación y colaboración: La capacidad de trabajar en equipo y comunicarse de forma efectiva.
• Aprendizaje continuo: La disposición a adaptarse a los cambios y aprender nuevas habilidades.

Otro ejemplo de este cambio de paradigma en el trabajo lo encontramos de nuevo en el sector bancario. La irrupción de las aplicaciones móviles ha transformado radicalmente la forma en que interactuamos con los bancos. Cada vez menos personas acuden a las sucursales para realizar operaciones básicas, como consultar saldos o realizar transferencias. La comodidad y eficiencia de las apps bancarias se ha integrado seamlessly en la vida diaria de la mayoría de la población.

Sin embargo, aunque el auge de la banca online ha supuesto una reducción de puestos de trabajo en las sucursales bancarias, los bancos tradicionales no han desaparecido.

En definitiva, la clave del éxito estará en ofrecer ambas opciones. Las empresas que combinen de forma inteligente la atención personal y la automatizada estarán mejor posicionadas para competir en el mercado del futuro.

Adaptación a la nueva realidad laboral

Es cierto que los formadores probablemente aprenderán sobre el uso de la IA a la par que sus alumnos. Pero es importante que los formadores no esperen a que la IA se estabilice para empezar a explorarla. Por lo tanto, cuanto más se use ahora, más fácil será comprender su potencial y dilucidar en qué áreas puede ser más beneficiosa.

Retos para la educación y la formación

Por tanto, será necesario adaptar la educación y la formación a las nuevas demandas del mercado laboral cuanto antes. Esto implica:

• Incluir formación en IA en los planes de estudio.
• Desarrollar programas de formación para trabajadores adultos.
• Promover el aprendizaje permanente y la actualización de habilidades.

En los últimos años la IA está viviendo un período de crecimiento y desarrollo acelerado. Durante esta fase, es natural que surja una gran cantidad de noticias, aplicaciones y proyectos relacionados con la IA. Y la IA está en todas partes, inundando internet y los medios de forma que resulta intimidante plantearnos su estudio y análisis.

Es similar al caso de la tecnología blockchain o los NFT. Hace un par de años sobrecogía la cantidad de información que nos impactaba sobre esta tecnología. Pero ahora que parece que ha entrado en fase de maduración, es cuando las empresas e instituciones están empezando a implementar soluciones blockchain de forma efectiva en áreas como la gestión de la cadena de suministro, las finanzas descentralizadas (DeFi) y la identidad digital.

Lo mismo sucederá con la IA. Con el tiempo, el hype inicial se disipará y la atención se centrará en las aplicaciones prácticas de la tecnología que realmente generan valor.

Es importante recordar que la IA no es una tecnología mágica que resolverá todos nuestros problemas. Se trata de una herramienta poderosa que, como cualquier herramienta, puede ser utilizada para el bien o para el mal.

Por todo esto, la responsabilidad de asegurarnos de que la IA se use de forma responsable y ética recae en nosotros. Debemos ser críticos con las aplicaciones de la IA y exigir que se implementen de forma transparente, justa y segura.